Enero del 2013

No pudimos hacer muchos proyectos en enero del 2013 porque yo llegué cansada de mi viaje a Venezuela para la boda de María Virginia y todavía era la temporada de natación y yo tenía que ir a las prácticas después de las clases durante la semana y los sábados por la mañana. Además había las competencias y… bueno ya ven que no tenía mucho tiempo para trabajar en casa.

Dos cosas cambiaron el <<look>> de la casa ese mes. Primero, fue poner un sofá nuevo en la sala. Había comprado el sofá circular en noviembre del 2012 porque se nos dañó el sofá de cuero que yo había comprado en el 2000, pero faltaban dos patas y decidir cuáles comprar y después tener que ponerlos tomó tiempo. Al final, lo teníamos armado y puesto en el lugar de honra.

 

Me encanta el estilo del sofá y el hecho de que es tan diferente de los que la otra gente tiene. También me gusta que esté hecho de madera sólida y no se va a descomponerse como él que tenía antes. Siempre es bueno comprar las cosas de calidad que van a durar.

 

Como lo compré de segunda mano sólo me costó $200 en vez de $1.000-$2.000 que tendría que pagar por uno nuevo y no tan bien hecho. ¡No me puedo quejar con una rebaja de 80-90%! La tela es de muy buena calidad (hoy día costaría unos $500 el metro) pero tiene una descoloración normal que viene después de mucho años de uso y pensamos cambiarla. Eso será trabajo de otro día, por ahora estoy disfrutando el sofá <<nuevo>>. Pueden ver más fotos aquí.

El otro proyecto grande de enero del 2013 fue montar unas cajas de botellas de vino en la pared de la cocina.

Encontré las cajas en el 2007-2008 cuando vivía en la ciudad de Nueva York. Había una licorería cerca de mi casa que siempre las ponían afuera por los basureros. Siento no haber tomado más pero no tenía donde guardarlas en mi apartamento entonces. Las llevé a tres apartamentos diferentes antes de comprar mi casa y después las guardé en el sótano y pensaba en donde podía usarlas.

 

No sé de donde fue la inspiración original de montarlas en pared, pero estoy muy feliz con cómo quedó. Fue un proyecto muy fácil pero que tiene mucho impacto.

Si quieren ver las fotos de cada paso el artículo en inglés está aquí.

Aunque me encantaría tener el dinero para hacer todos los cambios que quiero en mi casa a la vez, es bonito ver como poco a poco se va arreglando. La aprecio más porque Douglas y yo estamos haciendo casi todo el trabajo nosotros mismos. Hay mucho que no sabemos hacer, pero ¡estamos aprendiendo! Espero que vuelvan a visitar mi Cabo de Sueños.

¡Que todos sus sueños se cumplan!